Los segundos 45 minutos también fueron muy intensos con ocasiones para los dos equipos pero con el Real Zaragoza con más llegada. El árbitro por su parte estuvo horrible privando al equipo maño de un penalti y con numerosas decisiones rigurosas a lo largo del encuentro. Pasaban y pasaban los minutos y el nerviosismo se empezaba a plasmar en la grada hasta que en el minuto 85 con Mateos de punta debido a su tirón, arrastró a la defensa abriéndole un hueco a Postiga para disparar un misil que se colaba a la derecha de Andrés Fernández. La Romareda explotaba de júbilo, Postiga en su vuelta volvía a marcar, todo parecía perfecto... Pero en la siguiente jugada todo se truncó. Obradovic provocó un córner tonto ya que tenía la posibilidad de poder despejar el balón tranquilamente. Ese córner fue el infierno para el Real Zaragoza, el volver a las cenizas en tan solo dos minuto, cuándo todo parecía echo...
El equipo maño se dejó dos puntos en el municipal dándolo todo pero con sus carencias de todos los fin de semanas; buscar a un culpable no merece la pena porque el máximo jefe de todos no acude a ver a sus empleados que trabajan para él todas las semanas.
Sólo queda seguir peleando hasta el final luchando por la camiseta del león y ofreciendo a la afición maña un hilo de esperanza al que agarrarse.
La tarde empezaba bien... y como acabó, como ninguno imaginaríamos...
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